Las medidas cautelares constituyen un remedio jurídico al problema de la forzosa lentitud del proceso. Como se ha dicho acertadamente, responden al compromiso entre hacer las cosas pronto y hacerlas bien. Siendo la dimensión temporal inmanente al propio concepto de proceso, debe encontrarse una solución que garantice que el objeto litigioso permanecerá inalterado durante toda la pendencia del mismo, y que, en definitiva, la sentencia que se dicte será una sentencia eficaz, por proyectarse sobre la misma realidad económica existente a la iniciación del proceso. Las medidas cautelares tienden esencialmente a garantizar la eficacia de la sentencia mediante una anticipación limitada de los efectos normalmente derivados de su ejecución.
El creciente interés por las medidas cautelares, objeto de varias Jornadas de los Profesores españoles de Derecho Procesal, y más concretamente de la II y la IX , celebrada esta última cuando estaba ya en prensa este trabajo, unido a la asistemática regulación de las mismas a la largo de la Ley de Enjuiciamiento Civil y del Código Civil, e incluso de las Leyes Registrales, se ha demostrado más bien en artículos de revista y en comunicaciones a dichas Jornadas, que en la realización de obras monográficas sobre las medidas cautelares, y sobre todo en la determinación de las notas esenciales que las identifican y la tramitación procesal de las mismas, cuestiones en su mayor parte no resueltas en la Ley y que ofrecen graves problemas en la práctica.
En la presente obra se ha querido abordar en su integridad la difícil panorámica de las medidas cautelares en nuestro derecho positivo, buscando en primer lugar sus notas características, para determinar las medidas cautelares genuinas excluir las pretendidamente cautelares. Una vez aisladas sus características genéricas y por consiguiente delimitando su verdadero ámbito, se ha tratado de encontrar, dentro de las particularidades, las notas comunes a su regulación que se permitirán suplir las lagunas que en cada institución concreta puedan plantearse.
Se inicia por tanto el presente trabajo con un intento de reducción a unidad, dentro de la diversidad, de las medidas cautelares mediante la construcción de una teoría general que pueda ser genéricamente aplicable a todas ellas. A continuación se analizan en este tomo las “Medidas provisionales en relación con las personas” y la “Intervención judicial de bienes litigiosos”. Rasgo común a los trabajos es efectuar un análisis resumido, pero completo, de toda la problemática no sólo positiva, sino también jurisprudencial, doctrinal y sociológica, de las medidas cautelares sometidas a estudio. Ello hace la obra interesante no sólo para los científicos, sino también para los profesionales del derecho, por incluirse numerosas citas de la pequeña jurisprudencia, de menos fácil consulta en la práctica.
El carácter diferenciado de cada medida cautelar en concreto hace posible su tratamiento por separado sin romper la unidad de criterio, que se consigue al realizar la investigación diversos procesalistas ciertamente, pero inspirados por idéntica formación teórico-práctica y unos mismos esquemas de trabajo.